sábado, 4 de julio de 2015

Chao mamá vuelvo pronto.

I
Eran como las 8 de la noche de un día lejano por 1984, acabamos de ganar el centro de estudiantes del núcleo 7 de la universidad Simón Rodriguez, junto al abuelo, mi amigo en lo adelante y para siempre, mi compadre, sentíamos que estábamos en el camino correcto contra la injusticia y en favor del devenir del país. Para entonces comenzaba la gran crisis que generó el viernes negro de Luis Herrera (COPEI), y heredaba Lusinchi (AD). Lusinchi fue un presidente recordado por ser un borracho, perseguir hasta a los adecos, amenazar a un periodista en cámaras y crear lo que hasta entonces creíamos era la podredumbre mas grande la corrupción jamas visto RECADI. Realmente fue un presidente nefasto, sin embargo todavía funcionaba la fundación Gran Mariscal de Ayacucho, que ciertamente, apoyo a mas jóvenes adecos o recomendados que a cualquiera que cumpliera con los requisitos para cursar estudios el exterior, era el único motivo entonces por el cual algunos chamos querían ir al exterior, para luego volver y enchufarse, pero nunca para quedarse. 
II
Rafael es un joven de 32 años que fue a buscar nuevos horizontes en Miami, todo los días se para temprano y va a su trabajo, gracias al apoyo de su hermana quien ya tenia un tiempo establecida allá. Rafael sufre espina bífida por lo cual anda en silla de rueda y ha recibido mas de 30 operaciones. A diferencia de las mayoria de los chamos que hoy en dia salen del país buscando posibilidades de desarrollo y huyendo de la inseguridad y decadencia en el país, Rafael tiene apoyo. Pero Rafael jamas pensó en irse al exterior, el realmente se exilio, se fue presionado por las circunstancia, se fue obligado. Hoy a pesar de sus condiciones ventajosas sufre la soledad del exilio, busca afanosamente alternativas para en futuro no muy lejano volver.
III

El exilio era uno de los peores castigos al que podía ser sometido un hombre en la antigua Grecia. Abandonar su tierra, sus afectos, su identidad, su pasado era perder lo que lo constituía como persona.
 Hoy, cientos de Venezolanos se lanzan al destierro en una migración que puede llevarlos a caminos inciertos, empujados por la inseguridad, la discriminación, la persecución y la falta de oportunidades, en un país signado por un gobierno todopoderoso, que no cree en el ser humano, sino en el activista incondicional.
IV
Mirar los noticieros y recordar las miles de imágenes que se suceden de migrantes de distintos lugares del mundo que se ven obligados a partir de su lugar de origen, hoy que están de "moda", el sufrimiento y la muerte en el mediterráneo para  el morbo de Telesur, acompañados por la indiferencia de los poderosos que cierran sus fronteras a un fenómeno que es provocado y a la vez mantiene un sistema económico global de reparto injusto y desequilibrado, nos da mucha tristeza. Saber que en el 1998 creíamos que estábamos, como aquella noche de 1984 junto a mi querido amigo, en el camino correcto contra la injusticia y en favor del devenir del país y que los exiliados se habían acabado para siempre en nuestra tierra, cuando realmente en el camino que nos habíamos metido era el del odio, el fanatismo y la corrupción. 
V

Un viento misionero sacude las persianas, no sé qué jueves trae, no sé qué noche lleva, ni siquiera el dialecto que propone.
Mario Benedetti



Chao mamá vuelvo pronto.


Da Rin.


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