Podemos sacar
varias conclusiones de los recientes sucesos políticos ocurridos el día
miércoles 14 de mayo; la primera, se
evidencia con mayor fuerza, el crudo padecimiento que estamos viviendo los
venezolanos en relación al Derecho Constitucional de la Libertad de Expresión.
En esa fecha, se produjeron hechos bochornosos en cuanto a la detención de
manifestantes por parte de miembros de seguridad del estado, de las pocas
imágenes televisivas que pudimos observar la más descriptivas provenían de
televisoras del exterior , en las tomas se pudo percibir en primer plano, el
bloqueo, el cerco de efectivos de la guardia nacional bolivariana y, en ángulo
cerrado , un conjunto de detenidos, arrojados en el suelo, aglomerados
inclusive unos casi encima de otros, con las manos amarradas en la espalda como
delincuentes de alta peligrosidad o mejor dicho como prisioneros de guerra.
El
impacto de esas contundes imágenes corrobora que, para los personeros de este
régimen político, el país es un campo de batalla. De lo descrito en estas grabaciones
y otras anteriores de diferentes escenarios,
parece ser que el plan bélico contempla
como primer paso cercenar la información
por diferentes estrategias y métodos. Y
realizar operativos de choque en vivo, con el objetivo de acosar, maltratar
y quebrar la voluntad del enemigo, en el
caso actual los manifestantes que se exponen en las calles. Pero también hay un
proyecto de ataque oculto, característica de todo gobierno de talante autoritario, el cual
consiste mantener al margen a la población de cualquier expresión de protesta a
través de medidas punitivas, así como
también la vigilancia permanente a ciudadanos, líderes democráticos, partidos
políticos, empresarios e instituciones que expresen a viva voz un punto de
vista distinto a la ideología que pretenden imponer, o denuncien violaciones de
los derechos humanos en Venezuela, en otras palabras nos estamos refiriendo a
un operativo continuo de “Cacería de brujas”.
Con
respecto al acceso a la información, las circunstancias nos están llevado al
extremo y la persona que no tenga conexión a la mano de INTERNET, está
prácticamente aislada fuera de la realidad noticiosa. Sin embargo, debemos
tener presente que con mayor frecuencia se viene teniendo problemas para
conectarse a la red, puede ser el reflejo que el gobierno está apretando cada
vez más la tuerca, cerrando las vías de comunicación para mantenernos
informados, comunicados a nivel interno y externo.
Dentro del absurdo real que estamos viviendo
en Venezuela, le proponemos un ejercicio de ficción: Imagínense, que así como
el Tribunal de Justiciar aprobó una ley inconstitucional, la cual contempla que
para poder manifestar hay que solicitar un permiso y esperar la autorización de
la Autoridad Local para llevar a cabo la misma. No es de extrañar entonces que con todos estos desvaríos
legales, un día de estos desde el tribunal que mantiene el monopolio de la
justicia en el país, emitan una ley
donde se considera un delito portar en
las manifestaciones un teléfono celular con cámara fotográfica y video
incorporado, por catalogar este medio tecnológico como instrumento peligroso que se presta para el uso
terrorista; sujeto a una pena mayor si el detenido posee un teléfono
inteligente. El comportamiento de este gobierno da pie para que especulemos y podamos pensar que para sus representantes y
dentro de sus códigos de guerra y respectivo dominio del ejército a vencer,
incluida la población en general, el término “INTELIGENTE” tiene una
connotación subversiva.
Otro suceso de
impacto ocurrido el miércoles 14 de mayo, fue las declaraciones de los miembros
de la Mesa de Unidad Democrática, congelando su participación en la Comisión
por la Paz en Venezuela. Más allá de la suspicacia que parte de los venezolanos
teníamos de la eficacia de esa instancia de negoción para crear un ambiente de
paz en el país, considerábamos valido hacer todos los esfuerzos posibles en
búsqueda de la estabilidad de la Nación. Pero, también apreciamos como una
decisión oportuna la posición asumida por la MUD. Porque da la coincidencia que
desde la presentación de los miembros que integran la Comisión por la Paz,
transmitida por cadena nacional, el 10 de abril de 2014, el gobierno de la
“Revolución Bonita”, incremento el acoso, la represión e intensifico la
desinformación y desprestigio contra las manifestaciones pacíficas realizadas
por un sector de la población que considera mantener la protesta de calle, como
un medio para lograr cambios cualitativos, con respecto a tantas
irregularidades que quebrantan el normal desarrollo de una Democracia Plena en
Venezuela.
El
cuerpo aguanta pero no tanto, sabemos, los caminos de la diplomacia por lo
general resultan más largos que las confrontaciones directas. Eso sí, hay que
tener mucho tino a la hora de actuar, sobre todo en el campo político, porque las
buenas intenciones pueden ser utilizadas para darle espacio de maniobra a un gobierno
que se caracteriza por su dudosa seguridad, abuso de poder e ineficacia en la
solución de problemas puntuales.
El momento
crítico de quiebre sociopolítico por el
cual atraviesa Venezuela, requiere del sector democrático mucha voluntad,
capacidad para actuar y coraje. Llegó la hora para que los líderes políticos
mano a mano con los ciudadanos, los gremios, etc., se activen y conformen un
solo bloque para enfrentar los acontecimientos en pro de esta justa lucha que
vienen librando el sector estudiantil. Mantenerse agazapado y de bajo perfil,
en nada contribuye con la causa por la reivindicación de nuestros Derechos
Democráticos.
Una reflexión,
a toda persona que se sienta afectada por las mala gestión del actual gobierno
de Venezuela y para aquellos ciudadanos convencidos de las bondades políticas de
un adecuado régimen democrático: Querámoslo o no la realidad tarde o temprano
nos toca, por ello es de suma importancia asumir una postura, crear una visión
del devenir. Debemos recordar el dicho popular, “Es preferible prevenir que lamentar”. Ahí les dejo eso.
REYES
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