Proyección hacia la Consolidación de una Cultura Participativa.
En esta sección queremos dar vital importancia a las
implicaciones del concepto “ciudadanía” como un elemento fundamental en la
participación ciudadana en el fortalecimiento y desarrollo de una Democracia
Plena.
La
ciudadanía significa el conjunto de derechos y deberes por los cuales las
personas están sujetas en su relación con la sociedad en la que viven. Es una
condición que se otorga al ciudadano miembro de una comunidad organizada.
En la práctica, se puede
definir la ciudadanía como una cualidad jurídica que tienen los individuos de
poseer específicamente derechos políticos, los cuales les permiten participar,
intervenir directa e indirectamente en asuntos del gobierno local, regional y
nacional (basado en un Estado descentralizado) y en la consecuente
administración de los mismos a través del voto directo para elegir o de forma
indirecta para competir por cargos públicos. Para los ciudadanos poder ejercer
sus derechos políticos, uno de los requisitos básicos es la nacionalidad.
La nacionalidad es la condición de una persona que ha
nacido en una Nación determinada o por naturalización. Es también el carácter
peculiar de los pueblos y ciudades de un país.
La ciudadanía bien ejercida requiere de un acto de
conciencia que nos compromete a plenitud en la participación y desempeño de la
vida pública, en función de sus cambios y desarrollo en beneficio de la
sociedad que pertenecemos.
Preferimos
compartir nuestros puntos de vista
equivocarnos
una y mil veces
que
mantenernos en silencio
sin incidir
en el Sitiado Comunicacional
sumergidos
El Poeta
que no vino.
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