CRÓNICA DE UN PAÍS EN LLAMAS.
(Una breve
mirada a lo que ocurre en el país desde un punto de vista ciudadano).
Para comenzar este breve relato debo comenzar diciendo que
mi trabajo me exige viajar por buena parte de Venezuela, de esta manera desde
hace mucho tiempo he podido apreciar la situación del país en diferentes etapas
de esto que algunos interesados han dado en llamar 5ta república. A tal efecto
al comenzar mi recorrido en el mes de enero y luego de pasar como 15 días en
Maracaibo meditaba sobre lo próximo que se veía una explosión de ira en la
población dado el maltrato institucionalizado en todos los niveles y áreas del
diario vivir del ciudadano común, en mi experiencia personal puedo decir que
gente productiva y acostumbrada a producir para consumir lo que consideraban necesitaban,
fueron reducidos y llevados a las miserias de colas y atropellos constantes
hasta para comprar una crema dental ( yo pase por eso). Luego y ya pensando
alejarme del calor marabino tome rumbo al Táchira por la vía Machiques La Fría (ya
por lo menos tenía la crema dental), en la vía pude ver con tristeza como desde
tempranas horas de la mañana la gente hacia colas kilométricas en zonas de un
calor sofocante con la promesa de conseguir un pollo, leche o cualquier otro
producto, hasta disturbios provocados por golpizas por un saco de cemento
observe de cerca. Al cabo de unas horas llegue al Táchira siempre tan hermoso y
con su rico clima que te invita a quedarte y disfrutarlo.
Pase unos 10 días en el Táchira en asuntos personales viendo
como la escasez le cambio la vida al tachirense, no solo los productos básicos
esta gente trabajadora tienen más de 8 años sin cemento ni cabillas y no
hablemos de gasolina, gas repuestos de carros y pare de contar sobre este punto
comentaba un señor (trabajador nomina media de PDVSA) que muchos conocidos que
trabajaban en construcción o cualquier otra área fueron obligados, por este
gobierno delincuente, a trabajos que nunca pensaron hacer como el contrabando
de comida y gasolina. Cuando ya me
disponía a salir rumbo a mi amada Valencia a mediados de febrero estalla una
época de protestas en el Táchira, al buscar salidas para arrancar hacia mi
destino podía ver como gente de todas clases y edades, señoras con sus hijos,
estudiantes, hombres y mujeres que no se conocían pero que los unía una rabia
colectiva se comunicaban se entendían y solo querían manifestar su rabia
contenida y represada desde mucho tiempo atrás. Mi búsqueda de escape de San Cristóbal
parecía una película de ciencia ficción, pasaba por un sitio y al no conseguir
salida me regresaba y conseguía una guarimba en el sitio que acababa de salvar!
Podía ver y escuchar como con decisión y fuerza cada quien hacia algo para
drenar su rabia, al llegar al reguardo de mi casa y ver las noticias podía
comparar la realidad de un pueblo resteado a hacerse escuchar con las sandeces
y pistoladas de una banda de forajidos gobierneros que de espaldas a una realidad solo buscan
encuevarse en un nicho de corrupción que les ha quedado demasiado agradable a
sus antojos viscerales.
Así pasaron 30 días y pude por fin salir vía Valencia, al
llegar a San Diego pude ver un panorama no muy distinto al del Táchira: barricadas,
guarimbas, basura quemada y una animosidad de la gente digna de herederos de un
bravo pueblo que perdió el miedo y que ya jamás se permite callarse. Todos los días
transcurrían con la misma tónica tensión, zozobra, rumores y noticias iban y
venían. Familiares y amigos se unían a la protesta y yo pensaba y repensaba
como podía aportar algo por mi país que ya no le daba excusas a los indolentes
y sumisos! Ya las cartas estaban echadas, había un pueblo en la calle! Mujeres
y hombres, de todas las edades decidieron ofrecer sus vidas de una manera tan
heroica que jamás la hubiese imaginado y cuando ya luego de más de 45 días de
protestas a nivel nacional y con más de 30 muertos de saldo trágico todo
parecía entrar en una tensa calma, el gobierno delincuente arremete con más
impunidad y miseria humana ahora no solo tenían como premio de su infamia a
Leopoldo López preso, ahora encarcelaban a dos Alcaldes más para sus bajos y
miserables fines políticos. Así fue como sin pensarlo me vi metido en una
protesta tratando de hacerme escuchar y al mismo tiempo sin dejar de pensar cómo
proteger a esos chamos incluyendo mis sobrinos en plena protesta. Ver al
monstruo por dentro no es lo mismo que escucharlo, que vergüenza daban ver a
los represores del gobierno apertrechados de armas, escudos y protecciones
contra gente común, estudiantes, hombres y mujeres con piedras y dignidad por
armas! En uno de esos momentos donde hubo cierta calma se disipo el humo y el
gas lacrimógeno vi a un joven con una franela en la cara para protegerse del
gas y secándose las lágrimas le ofrecí vinagre, la voz lo delato no tendría más
de 18 años y como dicen hoy en día todo
un sifrinito. Me quede pensativo… Que paso en este país? Por qué tenía un
pueblo que salir a dar su sangre como única misiva que podrá ser leída en la
posteridad como prueba fiel heroica y digna de que fuimos arremetidos,
arrinconados y llevados al colapso por un
gobierno tirano y corrupto que bajo el amparo del poder del petróleo
compro no solo todos los poderes y medios, sino también la benevolencia de la
complicidad internacional. Amanecerá y veremos!
Jorge Bracho.
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