domingo, 6 de abril de 2014

Superando la Catástrofe Existencial


Cuando se impone “La Sinrazón” como relación ciudadana el “Deber Ser” queda omitido, degradado a escalas inferiores. En fin, sometidos como nos encontramos los habitantes de Venezuela a circunstancias anómalas, es recomendable evitar alterarse continuamente por más absurdos que parezcan algunos acontecimientos; el significado de lo expuesto, no es una invitación a contagiarse del síndrome del avestruz y transformarse en un ser indiferente a los hechos relacionados con la dinámica socio-política del país. Puntualizando, se trata de tener conciencia de la imperiosa necesidad de mantener una actitud alerta, reflexiva, centrada para minimizar los impactos somáticos de una cadena de casos funestos que nos conmueven a diario y repercuten en nuestra salud y, por ende, en la calidad de vida.

            Ampliando la línea de acción del panorama descrito, sin pretender fantasear, surge un término clave: ARMONÍA, independientemente que la patética realidad nos dé poco margen para adoptar con frecuencia esta cualidad mental. Como estrategia, podemos reafirmar que poseemos las capacidades intrínsecas para crear, sentir y compartir nuestras melodías; y de una forma u otra desarrollar facultades para filtrar tantas desarmonías acaecidas en el entorno. Perturbaciones causantes en muchos casos de pérdida del enfoque, donde la confusión nutre la desesperanza, quebrantando la existencia. Lo fundamental es mantener el equilibrio para no perder el juicio.

            Cuantías de sombras acechan obstaculizando la irradiación de la luz.
Súbitamente un nuevo amanecer aviva la claridad del entorno proyectando la conciencia.



El Poeta que no vino.

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